Wednesday, October 08, 2008

Bienvenida realidad...

Siempre dicen que la rutina es lo peor. Pero lo cierto es que no todas lo son. Hay rutinas que generan la sensación de estabilidad y otras que son muy bellas.
Cuando iba en la básica tenía cierta rutina mañanera que me gustaba mucho. Yo vivía muy cerca del colegio así que siempre esperaba hasta el ultimo momento para levantarme, con suerte me lavaba la cara y aun así llegaba atrasada, pero durante esos minutos en los que corría , siempre pasaba frente a un caballero que me sonreía con un gesto muy especial, una mirada diferente, como con un algo de magia y pureza (si es que eso existe). Yo creía que era un Ángel, nosé si mi Mi Ángel, pero si un ángel que me veía a mi como a alguien especial. Yo creía que nadie más lo veía y que si se mostraba sólo para sonreírme era porque yo algún día cumpliría una misión. Muchos años me angustio el pensar en el cuando y en el que.
Alrededor de los 12 0 13 años, en una de mis búsquedas espirituales, hice la primera comunión en un parroquia cercana y una mañana en la catequesis lo vi. Él ayudaba en la iglesia, no hablaba bien, tenia una deficiencia intelectual y era como un niño. No fue una decepción, sino más bien la aparición de un nuevo sentimiento que durante los años siguientes me acompañaría. La realidad dejaba caer su velo y se mostraba a colores, pero fría.